Moscoso Rendón Santistéban Asociados
Llevo cuatro años tomando parte de los viernes para generar temas de discusión en un círculo cercano, un entorno profesional y de amistad, un espacio libre de prejucios...
KARLA JAZMÍN MOSCOSO DEL CID
LOS INICIOS
Llevo cuatro años tomando los viernes para generar temas de discusión en un círculo cercano, un entorno profesional y de amistad, un espacio libre de prejucios sobre cualquier clase de asuntos de relevancia personal y profesional, a veces generando novelas criminales sobre experiencias que sin los espacios de discusión, podrían pasar desapercibidos.
Mi percepción de la la industria y el comercio también tuvo un antes y un después en estos años, me permitó ver a veces situaciones tan irrelevante, por ejemplo, en un viernes en un restaurante paso por mi mente algo que se convirtió en un tema de estudio que he intentando comprender cada vez más a lo largo de los años, pero entendiendo que aún estoy lejos siquiera de acercarme al “origen criminal de algo tan vital”.
Un viernes pregunte en un restaurante: ¿Me puede regalar un vaso con agua?
El mesero amblemente respondió: ¡Ya no regalamos, solo tenemos agua embotellada para la venta!
La pequeña interacción muy concreta: -Sí, está bien, agua embotellada-, me llevo a la reflexión sobre el valor del agua, no en sí el valor monetario, sino al valor propio para la vida, para el bienestar de las personas, no pude dejar de considerar, -¿y luego, qué pasará con la botella?, la servilleta de papel, las mesas con restos de comida al finalizar los comensales; -¿a dónde va todo lo que desechamos, lo que desecha el restaurante, lo que desechan los restaurantes en un Centro Comercial?...
Los datos sobre lo que desechan las personas y los guatemaltecos han sido ampliamente documentados, existen dos parámetros para cuantificarlo, lo que contabilizan las empresas dedicadas a la industría de la basura y lo que generan los gobiernos para los fines de sus políticas públicas.
El ciudadano común, no encuentra sentido o interés en tener una báscula para los desechos de comida; el gerente del restaurante, no planifica un sistema de recolección de desechos sólidos pues espera que el Centro Comercial asuma ese rol; los que nos empieza a generar una bola de nieve que cae de la colina, pues hay actores que concretamente no asumen su rol, sea en el ámbito político, económico o social.
De los distintos actores en el ámbito de tratamiento de desechos y residuos sólidos, puede generarse una crítica que trae una consecuencia al ambiente y aunque países como Guatemala no poseen propiamente las grandes industrias generadoras de combustibles fósiles, industrias textiles o alimentarias, la realidad es que se deben adoptar estratégias que permitan la mitigación y/o adaptación al cambio climático.
Por último, es entendible que creamos que el asunto del ambiente y el Cambio Climático debemos dejárselo al Gobierno y a los ambientalistas, sin embargo, es prudente dar una mirada, al sur por ejemplo, y ver como cada vez más se puede abordar el tema desde el ámbito de la política criminal y la criminología, ese vaso con agua que hoy nos es cada vez más intercambiado por el agua embotellada tiene una posible explicación antropogénica, más allá de la explicación comercial.
